Reproducimos este texto extrahido de la página web del Ayuntamiento de Moncofa sobre la história de nuestra localidad, que ha sido confeccionada por D. Eduardo Canós Rius.
Dos hechos
importantes quedan vinculados a la historia de Moncofa: la expulsión de
los moriscos y la construcción de una nueva iglesia.
En 1609 el
monarca Felipe III decreta la expulsión de los moriscos del Reino de
Valencia, como colofón de medidas decretadas en el siglo anterior y del
malestar creado entre la población por las revueltas de los mismos en
las zonas montañosas del interior. La Torre de Moncofa se convierte una
vez más en protagonista al embarcar en su playa unos cinco mil
seiscientos moriscos, bajo el mando del capitán Gaspar Vidal. Eran
moriscos procedentes de la vega del Palancia, de la sierra de Espadán y
de la zona del Mijares, es decir, del ducado de Segorbe. Otras fuentes
documentales elevan la cifra de embarcados en nuestra playa
aproximadamente diez mil.
El año 1617 los jurados de Moncofa y
de otras villas de la Plana a instancia del rey, se dirigen al Papa
Gregorio XV suplicándole la declaración dogmática de la Inmaculada
Concepción.
El monarca Felipe IV en su viaje de Valencia a
Barcelona pasó el día 4 de mayo de 1632 por las cercanías de nuestra
villa. Loa "jurats" y todos los "oficlals" acuden al camino real para
darle la bienvenida y besarle las manos en señal de vasallaje,
ofreciéndole el servicio de una cantidad determinada de libras " lo qual
servicil agrairia Sa Majestat molt y que ho tendría en memoria". Este
acto se repetía en cada villa por donde pasaba el cortejo real.
Fueron estos años pródigos en calamidades; a las salpicaduras de la
guerra de Cataluña, que fueron muy sentidas en nuestra Gobernación del
"riu de Uxó", se unio de nuevo la peste, que por los años 1647 y 1648
causó gran mortandad, llegando a prohibir en algunas villas, como
Castellón, la entrada de personas y productos procedentes de Moncofa y
de otras localidades, donde la epidemia se había cebado de manera
desmesurada. Tal era el desconcierto y la falta de autoridad, que
prosperó el bandolerismo, viéndose los jurados de las villas de la Plana
a pagar para formar una columna de tropa para defender de tales
tropelías a nuestros pueblos.
La segunda mitad del siglo vivió
expectante con la construcción de la nueva iglesia, de mayores
dimensiones que la antigua, pero el contrato de derribo de la primera y
la edificación de la nueva, no se formalizaría hasta el treinta de junio
de 1691.
La nueva iglesia respondía a los gustos de la época,
con fachada de transición entre el barroco y el neoclásico valenciano,
interiores barrocos, preservando de la antigua iglesia el retablo del
altar mayor.
La junta parroquial formada por el cura párroco
José Catalá, el "batle" Miguel Maciá, el justicia Ignacio Bonet, los
cónsulles Jose Alós y Cristobal Muñoz, el edil Baltasar Maciá, el
síndico Bartolome Alemany, Miguel Juan Castellá,, guardia de a caballo,
Antonio Martí y Antonio Roque Aman "guardias de a pie y Antonio Navarro
maestro de obras, todos ellos habitantes de Moncofa, formalizan el
citado contrato con el constructor y arquitecto de Segorbe Francisco
Lasierra ante el notario Vicent Sans de Valencia.
El presbiterio fue reformado de nuevo en 1796 según la tendencia neoclásica.
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