30 de abril de 2014

La alfombra de la mañana de Pascua, destruida por la lluvia.

Como es tradición en Moncofa, el Sábado de Resurección, los componentes de la Cofradia de la Virgen de los Dolores se reunen por la tarde en la calle de Mayor, para contruir la alfombra de unos 200 m2 que dará soporte al acto religioso del "Encuentro".
Con mucha ilusión se reunen las mujeres y los hombres con algún colaborador, para dar inicio a su confección, son las cuatro de la tarde y empieza su trabajo.


 Es un trabajo árduo, complicado y laborioso, previamente han tenido que hacerse el boceto de la misma, con las imágenes e inscripciones obligatórias ( Hosanna, Ave Maria y el Santo Caliz con los rayos) utilizando los colores y los complentos pertinenetes. 
Han realizado un intenso trabajo de lógística para buscar el materiar necesario para su confección, en la actualidad se hace con sal gorda, con los colores que previamente han diseñado, para realizarla como si fuese un gran tapiz.

 Primeramente hay que dibujarlo todo en el firme de la calzada,para luego depositar la sal y así darle el colorido deseado, según lo proyectado.
 Poco a poco va teniendo forma, y lo imaginado inicialmente se va transladando en medio de la calle. ¡Éste año nos saldrá muy bonita! comentan entre ellos.

Cuando el trabajo ya estaba finalizado, y el regocijo entre todos los componentes era manifiesto, con toda la decoración complementaria ya en su sitio, con la incorporación del pequeño huerto en donde estará el hortelano, todo preparado, viene lo inesperado.

El tiempo cambia, y las nubes hacen su aprición, hacia tiempo de no llovia, y de repente un trueno, ¿a ver si llueve? se decian entre ellos.
Eran la 22,30 a punto de iniciarse la misa de resurección.
Algunas mujeres estaban de camino hacia la iglesia, otras en sus últimos preparativos para ir a ella, y de repente empieza a lloviznar, ¡Que no llueva mucho, si no destruirá la alfombra!, comentaban entre ellos, pero cada vez la lluvia era insistente y sin hacer caso a nadier por momentos era más fuerte.


De repente y sin quererlo, nos vimos incapaces, llovia mucho y muy fuerte y poco a poco la alfombra con sus imágenes y colorido se iba diluyendo, y desaparecia todo el trabajo realizado y la ilusión de un grupo de cofrades, iba desvaneciendose ante sus ojos, ¿Que impoténcia!

Muy poco fue el tiempo que duró la incesante lluvia, lo sufiente para hacer desaparecer todo aquello que que habia hecho con mucho trabajo e ilusión y quedó una alfombra rara, sin imágenes claras, pero en el fondo no quedó mal, fue una alfombra diferente, si un poco diluida, mezclada, se veían imágenes en su fondo lu suficiente para imaginarse lo que podria ser.
Para mí, sin quererlo, han hecho una alfombra impresionista, una alfonbra diferente..
Cada uno se puede imagir lo que quiera al verla, pero el fondo y sus sentimientos ahí están.

Damos las gracias a Carlos Moltó por cedernos estas fotografías para su publicación y a Rodrigo Juliá por las gestiones realizadas para conseguirlas.

No hay comentarios: