22 de julio de 2022

Amor a un pueblo de Diego Giménez

 Me siento muy orgulloso escribiendo esta poesía,
¡Viva el reino Valenciano aunque soy de
Andalucía!
No importa que yo lo diga y a los cuatro vientos
grité que país como Valencia en todo el mundo
no existe.
No exagero en mis palabras, que Dios bendiga
este reino como vienen a visitar los turistas del
mundo entero
Desde que vine a Moncófar sentí cariño y amor,
pueblo de paz y alegria, agrícola y pescador.
Y hablando de todo un poco, de los hombres voy
a hablar, que por su amor al trabajo no se puede
pedir más; en el verano no duermen, en el
invierno se hielan dotados de un amor propio.
Jamás renuncian a su tierra aunque baje el río y
en sus campos entre el mar.
Con el sudor de sus frente tienen que ganarse el
pan.
Ya se hacerca el mes de julio con la fiesta patronal.
Santa María Magdalena baja a visitar el mar; los
marineros descalzos la llevan como promesa; las
chicas le dicen versos y todo el mundo le reza.
Ya la han dejado en la ermita con la misa celebrá.
Ya se vuelven chicos y chicas.
Junto a la orilla del mar allí todos se divierten
con alegria y buen humor, nadie se siente
cansado por fuerte que sea el calor.
Y, terminando esta poesía, perdonen mi
atrevimiento pero el pueblo de Moncófar se
merece un monumento.

Diego Giménez

P.D.:
Fué un trabajador que vino de andalucia a trabajar en la construcción de la autopista, y de estas tierras se enamoró, y entre nosotros se quedó.
Su familia pasa a ser unos "moncofins" más y entre nosotros recuerdan en donde vivió y trabajó su tio Diego, un amante de las fiestas de de los amigos.

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