Hoy se terminan las fiestas de "Sta. Maria Magdalena" en Moncofa y como no, con toro cerril.
Un bonito y bravo ejemplar de la ganadería de Motalvo, número 76 guarismo 6, según consta en el programa de fiestas.
A las siete se dio suelta desde el cajón en la plaza de la Constitución el citado toro, yo unos momentos antes estaba hablando con mi amigo Manolo, cuando sonó el cohete indicando su suelta, me desplacé hacia mi carafal a unos metros en donde estaba situado.
Por supuesto estaba lleno, y alguien de los que se ponen a los barrotes para refugiarse y al mismo tiempo verlo todo hasta última hora, me indicó ¡vienes el último!,"claro que sí, por eso és el mio", le contesté con suma educación.
El toro salió bravo y con una exhalación se puso en medio de la plaza, yo estaba fuera, y detrás de mi había otro chico que me dijo, yo entro después que Vd.
Claro yo me veía el toro encima, detrás venia otro y yo sin poder entrar, los que estaban dentro se quedaban en los barrotes para verlo, y a mi me parecía que no les importaba nada de lo que nos pudiese ocurrir.
Un bonito y bravo ejemplar de la ganadería de Motalvo, número 76 guarismo 6, según consta en el programa de fiestas.
A las siete se dio suelta desde el cajón en la plaza de la Constitución el citado toro, yo unos momentos antes estaba hablando con mi amigo Manolo, cuando sonó el cohete indicando su suelta, me desplacé hacia mi carafal a unos metros en donde estaba situado.
Por supuesto estaba lleno, y alguien de los que se ponen a los barrotes para refugiarse y al mismo tiempo verlo todo hasta última hora, me indicó ¡vienes el último!,"claro que sí, por eso és el mio", le contesté con suma educación.
El toro salió bravo y con una exhalación se puso en medio de la plaza, yo estaba fuera, y detrás de mi había otro chico que me dijo, yo entro después que Vd.
Claro yo me veía el toro encima, detrás venia otro y yo sin poder entrar, los que estaban dentro se quedaban en los barrotes para verlo, y a mi me parecía que no les importaba nada de lo que nos pudiese ocurrir.
No se de donde cogí las fuerzas, pero de un empujón los puse a todos los que estaban en mi entrada, en medio del carafal.
Gracias a que hubo un joven que lo llamó, le hizo un quite y el toro se desplazó en dirección contraria. Yo ya me lo venia cerca de mí con sus pitones afilados como agujas de coser.
Al momento me indicó el señor que le dí el empujón, "xiquet, tens molta por" y le contesté "no senyor, tinc molta precuació".
A mí las piernas me temblaban, y ellos claro como estaban dentro del carafal, se quejaban del empujón.
Gracias a que hubo un joven que lo llamó, le hizo un quite y el toro se desplazó en dirección contraria. Yo ya me lo venia cerca de mí con sus pitones afilados como agujas de coser.
Al momento me indicó el señor que le dí el empujón, "xiquet, tens molta por" y le contesté "no senyor, tinc molta precuació".
A mí las piernas me temblaban, y ellos claro como estaban dentro del carafal, se quejaban del empujón.
En fin, una experiencia para recordar. "Els bous des de la Barrera".
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